| Adán bordeando el espigón |
En esta ocasión dejamos la cámara en dique seco, me apetecía mucho hacer una inmersión nocturna y solo buceo, sin cámara. Poca vida pero de mucha calidad, pudimos ver una tembladera de un tamaño hermoso, y muchas cigalas canarias además de camarones bailarines, algún calamar pequeño, sepias y peces sorprendidos por nuestra presencia.
Buceadores en el agua, nosotros cuatro, Maryluz, Miguel, Adán y yo. Puede resultar extraño, pero con lo transitado que suele estar este lugar para bucear mañana , tarde y noche, es de agradecer. El agua algo fresquita, natural para la época del año. Quizás estas condiciones amedrentan a más de uno, y es que ya lo comentaba en la entrada anterior "Sardina rumbo 230"....., cuando pasas de los cuarenta y pocos minutos, hasta los que llevan semis lo empiezan a notar.
De todas maneras, para aquellos que tienen pasión por esta actividad, resulta reconfortante la experiencia de disfrutar de una inmersión nocturna en un entorno muy propicio para ello, relajante y refrescante, valga la expresión con segundas, para cuando hayas terminado de recoger tu equipo y abrigado con la ropa seca, dirigirte a tu casa con la cabeza puesta aún en las sensaciones de la inmersión, soñando despierto...... esa sensación que te acompaña durante el descanso nocturno hasta que despiertas por la mañana.
| Cilindro del faro punto de referencia para todos |
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